Frio y Calor

"He llegado a conocer las veleidades de las relaciones humanas y he aprendido a aislarme del frío y del calor para que así el equilibrio térmico esté más o menos asegurado"

Carta a Heinrich Zangger (Marzo 10, 1917)

A. Eistein

Pude, después de leer esta cita, encontrar que mi gran descubrimiento acerca de las relaciones humanas (lo que consideraba mi particular forma de percibir al mundo) no es ni particular, ni pudiera figurar siquiera como descubrimiento, por más que hubiera llegado a él sin la menor de las enseñanzas.

El frío figuró siempre entre el más común de mis estados, así que lo conozco bastante bien. De él diría que es la manifestación de la soledad, el miedo, la inseguridad y el temor a ser visto como se es.

El calor, por el contrario, aún no llego a descubrirlo por completo. He sentido la tibieza de la seguridad y el cariño, y creo que por ahora es suficiente para no sentir más ese frío paralizante.

Creo que el calor llega cuando ves a los demás imposibilitados para dañarte, cuando tus expectativas van más allá de lo que te rodea y cuando has creado a tu alrededor una cadena de protección con más gente de la estrictamente necesaria.

El equilibrio térmico de seguro es lo más cercano a la perfecta comunión de tu yo con el exterior. Quizá lo más parecido a la descripción de la felicidad. Creo.