Desprovista

La firme y absoluta convicción de que algo es verdad ya no existe ni en mi cabeza, ni en mi pecho. No hay una sola parte de mi cuerpo que pueda albergar tal virtud. Un velo me cubre por dentro de tal suerte que en mí no hay nada que pueda encontrar.

Hay tanta soledad que ni siquiera este vacío invita al eco.


Comentarios

Entradas populares