Tomando el Frío


 Ayer fui a nadar al mar, hacía mucho frío para ir pero quise ver si todavía estaba viva, me ha dicho Dora que cuando uno se cierra a los sentimientos también se cierra a las sensaciones. Al principio no le creí, o no le quise creer, así que cuando accidentalmente me dí contra la esquina del mostrador y no sentí nada me espanté, esperé todavía un día que fue suficiente para descubrirme un moretón que aunque lo oprimía con el dedo no me producía ningún dolor.

Como siempre he sufrido con el frío me quité la ropa tan pronto alcancé la orilla y me metí sin titubear, tenía que descubrir si en verdad ya no estaba sintiendo nada. Tardé cinco minutos en empezar percibir un soplo frío en mi interior, los dedos de las manos se empezaron a poner azules y en un impulso de mantenerme a salvo, que no de dolor, salí del agua.

En la orilla me senté para abrazar mis piernas mientras permitía que mis emociones tomaran su lugar y empecé a llorar por la mujer que apenas estaba conociendo.

Comentarios

  1. Buenas, me gusta lo que has escrito, pero sinceramente te rogaría que leyeras un libro que me ha ayudado mucho a pensar. Se llama "El libro de los espíritus" de Allan Kardec. Pasate por mi blog si te apetece leer, aunque en el no hablo mucho de mi, sino mas bien de lo que nos rodea y de todo aquello que sucede en la vida. Si por casualidad no consigues el libro, hazmelo saber...

    Un saludo.

    Http://elalmadevera.blogspot.com

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