Mi vida conmigo

Me quise decir que nunca me dejaría caer en el abismo que yo misma construí. Me atemoricé pensando en que caería de no seguir mis reglas estrictas. Me creí defensora de mi misma. Luché contra mí.

En sueños me dí cuenta de la realidad y al despertar se convertía todo en fantasía. Atrapé mis fantasmas y los invité a vivir conmigo creyendo que así alejaría la soledad.

Un día descubrí que ni siquiera estaba yo viviendo conmigo

Comentarios

  1. También de la flexibilidad de nuestra mente depende la flexibilidad de nuestra vida.
    “Cuando el viento sopla, el bambú se inclina; cuando deja de soplar, el bambú no hace ruido”. Proverbio Zen

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