Los Sueños, ¿Sólo Sueños Son?

Malva y Dora en la librería en un día cualquiera de verano.

Malva: Ayer tuve un sueño de lo más extraño.
Dora: Todos tus sueños son extraños Malva, mejor dime que es lo peculiar en éste.
Malva: Pues que vi claramente la cara de alguien que no conozco y me hacía sentir como si estuviera enamorado de mi. Hasta me desperté con la sensación de pena por no sentir lo mismo.
Dora: ¿Y hay alguien a quien le estés haciendo algún desaire?
Malva: Ya sé por donde vas, siempre lo ves todo muy lógico. Desaires los hacemos todos y no, no es eso. Es que sentí lo que el hombre sentía y su amor se convertía en tristeza.
Dora: Eso me suena a que estamos hablando de ti. ¿Estás triste?
Malva: Dora, Dora.., no, no lo estoy. Bueno, ahora siento algo porque todo se ha vuelto fresco en mi cabeza… Y quisiera poder consolarlo.
Dora: ¿Al hombre de tu sueño?
Malva: Si…
Dora: ¿Al hombre de tu sueño, dices?.

Malvasia en una pausa que le provoca esa última pregunta, vulnerable ante esa puerta abierta decide cerrarla de un tajo.

Malvasia: ¿Te preparo un café?