Quítame el Miedo

Te escribo porque siento miedo, no he podido parar de leer esta noche aún cuando he tenido inmensos deseos de salir corriendo. Quería saber más y tanta información me atormentaba.

Leí que es posible cambiar, que para ello es preciso conocerse a uno mismo. En verdad sólo eran párrafos de esperanza, pero mientras seguía en la lectura sentí que tocaban mi pierna y que pasaban por mi ventana, mi mente no me dejaba terminar de entender lo que me pasaba, sólo quería poder parar de leer.

¿No te parece ilógico esto que te escribo? A mí sí me lo parece ahora que lo escribo, pero así sucedió. Pero dejo a la pluma seguir su cometido y contarte todo —ella se mueve y me arranca secretos, me libera de mi mente, me aleja del pasado, me acerca a mí—.

Llévate esta sensación, no quiero más sentirme perdida en medio de la nada, cubierta de oscuridad y sin ningún lugar donde cubrir mi espalda o taparme de ese cielo infinito, no permitas que el frío suba por mis pies, recorra mi cuerpo y lo descontrole haciéndolo temblar.

Me abrazo, no me puedo dar calor. Cierro los ojos, no hay nadie aquí adentro.

Quítame el miedo, quiero poder estar conmigo y llenarme por completo. Quiero salir de esta cueva, dejar atrás todas las razones que me he buscado para no ver el sol.

Te escribo porque siempre te llevas mis emociones y me dejas con una luminosa paz.

Comentarios

Entradas populares