Aún No Puedo Morir

Son las 10 am, no debiera estar aquí con otra carta más que entregar, el vestido mojado y arena en los pies; confundiendo la sal del mar con las lágrimas que se producen en este silencio, he dejado de escuchar.

Me pierdo en mí, me escondo en mí. No hay otro lugar a donde ocultarme mejor. Dejo que el agua moje y el viento seque las flores que compré en nombre del amor que abandoné.

Cierro los ojos y no dejo de ver el mar que me endurece la piel. Paso las manos por mis brazos para brindarme un poco de compañía, pero es tarde. He dejado de percibir mi olor.

La luz del sol no tiene sentido, no hay nada que ver.

Suelto la carta, esta vez se la lleva el viento, no quiero ver a dónde. Abrazo mis piernas, oculto mi cara entre ellas... Que las horas pasen...

Comentarios

  1. Me encanta la sutileza con la que va perdiendo los sentidos, casi hasta morir, perfecto.

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