Me Duele la Cabeza

Ante la eminente soledad. Frente a la calma que aplasta mis sentidos. No puedo sino esperar a que se cumpla mi destino. ¿Quién soy yo para opinar?

Ok, bueno, bueno si puedo opinar ¿pero que significa eso? Aquí no importa lo que quiero. No existe el quisiera sólo existe lo que es.

Volteo a la izquierda, luego a la derecha. Los dos lados me parecen igual. No sé a dónde voy.

Desperté ayer, despierto hoy, despertaré mañana. Que alguien me diga sobre qué tengo el control.

Le grito a la nada que quiero un día decir como el gran poeta: Confieso que he vivido

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